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….O diez razones para comprar este libro (y dos criticas)

Aldo Lauria Santiago, Rutgers University

 

Isla Atlántica: Circuitos Antillanos de Contrabando y la Formación del Mundo Atlántico por Jennifer Wolff

Conozco a Jennifer Wolff desde el septimo grado…desde 1971. Estuve en contacto mas frequente con ella durante sus estudios doctorales y la preparacion de este libro. Este review lo escribi para una conferencia en que Jennifer presento su libro. Es un placer poder publicarlo aqui ahora que ya no esta con nosotros.

El libro presenta una edición exquisita, con ilustraciones tanto clásicas como inéditas, tablas estadísticas, mapas, cronologías e incluso grafitis. Impreso en papel de alta calidad, el texto se complementa con notas al calce, lo que facilita la consulta y enriquece la lectura. Su presentación es impecable, clara y sumamente atractiva.

El argumento replantea el papel de Puerto Rico y sus islas dentro del sistema colonial español y europeo de 1580-1636.  un período poco explorado en la historiografía puertorriqueña. Aprecio la innovación intelectual que subyace en este trabajo, pero quiero destacar la continuidad intelectual y pedagógica que lo sustenta, fruto del esfuerzo de un grupo reducido de historiadores de Puerto Rico, España y Estados Unidos. Como señala Jennifer en su introducción, fue Francisco Moscoso quien la guió y la animó a investigar sobre los arribos de barcos.

Wolff sitúa a Puerto Rico en el contexto de la historiografía atlántica. Si bien el Caribe ha sido tradicionalmente estudiado bajo esta perspectiva, los estudios atlánticos de las últimas dos décadas han permitido una comprensión más profunda de las dinámicas locales evidenciadas en el trabajo de investigacion de la autora. Además, demuestra la importancia de estos espacios menos estudiados para el estudio del Atlántico en ese período.

El libro se centra en San Juan y otros complejos costeros de las islas (aunque sería conveniente aclarar que el dominio español no era homogéneo en todo el territorio actual de Puerto Rico ), y analiza su integración en una red atlántica e imperial. La principal contribución de esta investigación radica en demostrar que San Juan desempeñó un papel mucho más destacado y conectado en el comercio marítimo, especialmente en el tráfico de africanos esclavizados, de lo que se pensaba anteriormente. Asimismo, revela que la importancia estratégica del territorio se basaba más en el comercio que en cálculos militares o defensivos.

El libro presenta una vasta cantidad de datos sobre este comercio legal, semilegal e ilegal, así como sobre la población flotante de comerciantes y la infraestructura marítima necesaria. La presencia de una gran comunidad portuguesa y holandesa refuerza esta idea. Con esta evidencia, resulta imposible sostener que estas zonas del archipiélago eran lugares aislados con escasa actividad comercial. Puerto Rico recibió mucho más tráfico de barcos, mercancías y esclavos que lo que indicaría su exigua población.

Sin embargo, el libro no se limita al análisis del comercio marítimo. La trata de esclavos tiene profundas implicaciones sociales y económicas. Aunque no sea un estudio sobre la esclavitud en sí, el libro considera el impacto demográfico y económico de la explotación de miles de africanos y sugiere la existencia de un tráfico intracaribeño de esclavos que requiere mayor investigación.

Durante la elaboración de su tesis, sugerí a Jennifer que dedicara un capítulo al impacto de la esclavitud y el comercio en la economía agraria isleña. Aunque no pudo hacerlo en ese momento, el capítulo resultante es un excelente punto de partida para reexaminar los cambios socioeconómicos de la época. Recomiendo especialmente su análisis sobre la producción comercial y el tamaño de la población esclavizada en las áreas agrícolas.

Otros aspectos revisados o revolucionados por el libro incluyen los ataques holandeses e ingleses. Wolff ofrece una nueva interpretación de estos eventos, alejándose de la visión tradicional de enfrentamientos imperiales. Sugiere que estos ataques eran más bien actos de piratería motivados por el deseo de aprovechar las oportunidades comerciales que ofrecían las islas.

Es importante destacar el rigor intelectual y el trabajo de investigación que subyace en este libro. Wolff revela sus fuentes, influencias y metodología de manera transparente. La búsqueda y lectura de documentos del siglo XVII, la comprensión de las prácticas imperiales y comerciales de diferentes naciones y la producción intelectual en varios idiomas demuestran un esfuerzo considerable por superar el insularismo y ofrecer una visión más amplia y global.

El libro plantea numerosas líneas de investigación futuras. Por ejemplo, sugiere la necesidad de comparar los puertos y comerciantes de San Juan con otros en el Caribe, como La Habana, Veracruz y Cartagena. También plantea la importancia de considerar la evolución de estos espacios a lo largo del tiempo y de evitar proyectar las dinámicas del siglo XIX sobre el período colonial temprano.

Tambien podemos resaltar aquí lo que no hace. Son varias las líneas de investigación sugeridas por el texto y la metodología. Inclusive, suficientes para sugerir media docena de tesis doctorales. Si estos espacios poblados, imperiales, conectados solo se pueden entender desde los otros nódulos y no desde las preguntas de asumido espacio nacional, entonces no tendríamos que trabajar a estos puertos y comerciantes comparados e integrados con las historias comerciales, eslavistas y económicas de La Habana, Veracruz, Santiago, Cartagena, Martinica española, Trinidad española, “Spanish town” en Jamaica, el Curacao espanol y holandes, el Recife holandes y etc? Es un momento en que los patrones de comercio y movimiento maritimo y terreste difieren mucho de lo que van a ser cien anos mas tarde. Lo que cuenta como grande o importante no se puede derivar de narrativas y preguntas escritas desde el futuro conocido.  Este no es el caribe de nuestros abuelos (historiograficos).

Faltaría también un tratamiento más detallado de las condiciones de vida y trabajo de los africanos, europeos, pancaribeños e indígenas, especialmente en el ámbito agrícola y social. ¿Cómo vivían?

Finalmente, sugiero que se destaque que estos espacios de Puerto Rico fueron parte de un aumento exponencial en la comercialización de gente cautiva durante ese período. Puerto Rico jugó un papel fundamental en este comercio, que experimentó una escalada sin precedentes en comparación con el siglo XVI, y que estuvo dominado por los portugueses y la corona española. Sería importante conmemorar de alguna manera este hecho histórico de alguna forma…en San Juan.

En resumen, este libro es una valiosa contribución a la historiografía del Caribe. Su rigurosidad, originalidad y claridad lo convierten en una lectura imprescindible para aquellos interesados en comprender la complejidad de la historia colonial de Puerto Rico.